A las 10 de la mañana del 18 de noviembre de 1986, falleció Gia Marie Carangi en un hospital de Philadelphia. Tenía solo 26 años.
La historia de Gia Carangi es dramática como pocas. Su ascenso al olimpo de las supermodelos internacionales fue tan rápido como su caída al infierno de las drogas, la prostitución, y finalmente el SIDA, que acabó con ella.
Gia Carangi era una mujer increíblemente bella. Nació el 29 de enero de 1960 en la ciudad de Philadelphia, Pennsylvania. A los 18 años se trasladó a vivir a Nueva York, y rapidamente se convirtió en una de las modelos más cotizadas del mundo. Los fotógrafos de moda más importantes querían trabajar con ella: Francesco Scavullo, Arthur Elgort, Richard Avedon o Chris von Wangenheim, trabajó con los mejores. Viajaba por todo el mundo y su rostro aparecía en las portadas de Vogue, Glamour, Harper's Bazaar, Cosmopolitan... Era la modelo "de moda" y todos querían estar a su lado. Sus coqueteos con la droga en esa época eran simples escarceos, lo habitual en el ambiente en que se movía.
Su primer gran reportaje fue el publicado en Vogue, en el número de Octubre de 1978, con el reputado fotógrafo Chris von Wangenheim. Precisamente ahí conoció a la que sería el gran amor de su vida, Sandy Linter, que trabajaba de maquilladora con Wangenheim. El amor entre Sandy y Gia fue inmediato y pasional, publicitario y real, romántico y fugaz. Fue su gran amor, su chica del alma, a la que buscó y fascino con su salvaje inocencia. Probablemente pasó con ella sus momentos más felices, e inclusó abandonó temporalmente la droga. La sexualidad de Gia es un asunto controvertido, hay quien dice que era totalmente lesbiana y otros que simplemente bisexual. Lo que si parece claro es que sus principales amores fueron mujeres.
En marzo de 1980, Gia recibió un duró golpe con el fallecimiento a causa del cáncer de su agente, Wilhelmina Cooper, a quien se sentía muy unida. Su relación con Sandie Linter también se apagó, las drogas volvieron a su vida, y practicamente ya no volverían a abandonarla. Serían su más cruel amante.
Pronto las drogas empezaron a interferir gravemente en su trabajo. Seguía siendo increíblmente bella, pero se pasaba el día drogada y llorosa. Su reportaje para Vogue en noviembre de 1980 hizo saltar el escándalo: en sus brazos se apreciaban marcas de pinchazos. Su adicción a la heroína quedaba así descubierta para el gran público.
Esto fue un golpe terrible para su carrera. El mundo de la moda es muy hipócrita, las drogas se aceptan sin problemas... siempre y cuando no haya escándalos. Además las drogas volvieron a Gia cada vez más intratable y conflictiva. Llegaba drogada en las sesiones, gritaba a los fotográfos, agredía a los asistentes, etc Segun dijo Scavullo de una sesión fotográfica "She was crying, she couldn't find her drugs. I literally had to lay her down on her bed until she fell asleep."
En 1981 ingresó en un centro de desintoxicación para un tratamiento de 21 días. Parecía que aun estaba a tiempo de enderezar su vida y su carrera. Pero entonces conoció a Elyssa Golden, una estudiante con la que inició una relación. La familia de Gia ya sospechaba que Elyssa tenía problemas con las drogas, y no se equivocaban. Así, de la mano de su nueva amante, Gia no tardó en volver a sus adicciones. Por si fuera poco, ese año su amigo el fotógrafo Chris von Wangenheim moría en un accidente de coche.
A finales de 1981 el aspecto de Gia era muy diferente al de la chica radiante y juvenil que había impactado al mundo de la moda solo tres años antes. En su rostro se dejaban sentir sus excesos y el tipo de vida que llevaba. Sin embargo aun era un mujer muy atractiva, tenía solo 21 años e intentó relanzar su carrera.
Entró en contacto con Monique Pillard, que había sido agente de Janice Dickinson entre otras modelos, pero esta no se fiaba de Gia. Según cuenta la propia Monique, cuando Gia vino a verla, le respondió "Gia, I want to represent you so badly and everything, but I hear a lot of negative stories about you" y luego le preguntó "‘well, why are you wearing such a long shirt? Can I see your arms?’", a lo que Gia se negó en rotundamente.
Totalmente desesperada y sin trabajo, recurrió a su buen amigo Francesco Scavullo. Gracias a él, en abril de 1982 Gia apareció en la portada de Cosmopolitan. Sería su última portada.
Viendo esas fotos hoy en día, cualquier persona ajena al mundo de la moda seguramente diría que el aspecto de Gia no era malo. En efecto, Gia aparece como una mujer muy guapa, ya que lo era. Pero esas fotos poco tenían que ver con las de unos años antes. Un maquillaje muy abundante, y varios retoques fotográficos para tapar las marcas de sus brazos, sirvieron para salir del paso, pero apenas podían ocultar un rostro cansado y demacrado. El propio Scavullo declaró luego que era consciente de que su carrera como modelo estaba acabada: "It made me very sad, I had a tough time that day because I really wanted it to be her best cover and it wasn’t; it just couldn’t be. No matter how hard I tried it just couldn’t happen. That wonderful spirit she had was gone"
Si en los grandes centros de la moda, como Nueva York, París o Milán ya no querían saber nada de ella, en la incipiente industria de la moda alemana aun estuvieron dispuestos a pagar un buen dinero por fotografiarla. Las fotos publicadas en un suplemento de la edición alemana de Vogue en diciembre de 1983 serían su ultima aparición en una revista de moda.
Su carrera como modelo había terminado. La puntilla la puso una detención por posesión de drogas en Sudáfrica. Presionada por su familia, se sometió a un nuevo tratamiento para dejar las drogas, en el Hospital Eagleville de Pennsylvania. Tras el tratamiento, regresó a Philadelphia, donde comenzó a tomar clases de cine y fotografía, buscando iniciar una nueva vida detrás de las cámaras. Fue en vano.
Apenas tres meses más tarde dejó Philadelphia y se marchó a Atlantic City con su vieja amiga Elyssa Golden. Volvió a la heroína. Este fue su momento de mayor decadencia. La espléndida Gia Carangi, habitual del Studio 54 y del Mudd Club, de las fiestas de lujo y de los diseños de alta costura, se paseaba ahora por Atlantic City con una jeringuilla colgada del brazo, prostituyéndose por una miseria para poder seguir drogándose. Incluso fue violada varias veces.
A finales de 1983 fue ingresada en un hospital aquejada de neumonía, pero viendo que esta no remitía, los médicos descubrieron que estaba infectada por el SIDA. Hablamos de principios de 1984, en una época en la que el SIDA era una enfermedad practicamente desconocida, y no se conocía posibilidad alguna de tratamiento.
Cuando su estado de salud empeoró la trasladoron al Hospital Universitario de Hahneman, en Philadelphia. Su madre permanecía con ella día y noche. Su estado era lamentable, y todos sabían que iba a morir.
El 18 de noviembre de 1986, a las 10 de la mañana, Gia se fue de este mundo para siempre. Fue la primera mujer famosa en morir de SIDA. Su funeral tuvo lugar en día 23. Practicamente nadie de la industria de la moda acudió a despedirla. En su epitafío puede leerse: "Beloved Daughter"
Gia Carangi fue una de las primeras "supermodelos" en el sentido moderno, y marcó la senda por la que luego transitarían otras como Elle MacPherson, Rachel Hunter y sobre todo Cindy Crawford, su más clara sucesora y con la que guarda un parecido físico increíble. De hecho a Cindy en sus inicios la apodaban "Baby Gia"
jueves, 4 de diciembre de 2008
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